Dominando el mundo de las bestias con el sistema de embarazos múltiples (Novela) - Capítulo 50

Capítulo 50 ¡Fortuna, determinación y coraje!

“Por supuesto, con sus antecedentes y talento, seguro que entró sin examen.” Bai Kaixin hablaba con la boca llena de bollo, su voz un poco borrosa. “Qué rico, prueba tú también.”

Su Yan dio un mordisco.

El sabor no era gran cosa; en comparación, le interesaba mucho más Rong Wu.

El sistema aún estaba en estado de actualización, sin Xiaomei para darle referencias. Esta vez parecía que tendría que arreglárselas sola.

“¿Cuándo es el examen?” preguntó Su Yan a Bai Kaixin.

Bai Kaixin respondió: “Hasta dentro de un mes empiezan oficialmente las inscripciones. Antes del examen, quiero buscar un trabajo temporal.”

Su Yan ya le había pagado las deudas del casino y el dinero a los aldeanos del pueblo. Aunque ella le prometió que también cubriría el dinero de los estudios, no podía aprovecharse de ella todo el tiempo.

“¿Trabajar?” Su Yan, cuando estaba en la Tierra, no había trabajado poco. De los trescientos sesenta oficios, había hecho muchos.

“¿Y qué quieres hacer?”

“No tengo muchas habilidades, así que solo puedo buscar trabajos básicos. Lavar platos en restaurantes, limpiar en circos, cargar mercancía y cosas así.”

“Ese, de allí.” Su Yan señaló hacia adelante.

Era una posada llamada Wanfang, que estaba en venta.

“La compraré y tú serás el administrador.”

“¿Hermana Su, qué dijiste?” Bai Kaixin se quedó atónito.

Su Yan respondió: “Mira, de todas formas necesitamos un lugar para vivir. Además, pronto empieza la temporada de admisiones en la Academia de Bestias Sagradas. Los aspirantes que vengan a la capital para el examen serán muchos. Donde hay gente, hay negocio, esta posada dará ganancias.”

Cuanto más escuchaba Bai Kaixin, más sorprendido estaba, sobre todo por sus ideas. “Hermana Su, ¡eres increíble!”

Ya fuera por su fortuna, o por la determinación con la que hacía las cosas.

Y claro, también por el coraje de atreverse a coquetear con los jóvenes de más alto talento.

Su Yan primero preguntó por los precios de las posadas de alrededor y por la situación de Wanfang. Una vez que tuvo claro el panorama, llevó a Bai Kaixin a llamar a la puerta de la posada.

La abrió un hombre de mediana edad, desaliñado, con el aspecto de alguien al que todo le salía mal, lleno de problemas.

Su Yan sonrió con cortesía: “¿Es usted el dueño de esta posada?”

El hombre, viendo el rostro de una belleza como Su Yan, se quedó atontado un instante antes de asentir: “Sí.”

“¿Va a vender la posada?” continuó preguntando Su Yan.

El hombre entendió al momento la intención de Su Yan y se acomodó un poco el pelo desordenado: “Sí, sí, sí, honorable cliente, por favor pase.”

Su Yan observó el interior oscuro y lleno de polvo de la posada. “Aquí ocurrió un asesinato, ¿cierto?”

La pequeña chispa de esperanza que acababa de nacer en el hombre de mediana edad se apagó de golpe, su cara se tornó gris ceniza.

Bai Kaixin señaló una grieta en la pared causada por un poder de viento: “¿Un talento de viento?”

“Uno era un experto de viento de rango Xuan superior, el otro un experto de madera de rango Xuan inicial. Uno murió y el otro resultó herido. En medio del conflicto también murieron siete huéspedes más.” El hombre de mediana edad hablaba con absoluta desesperanza.

Su Yan preguntó: “¿Y el sobreviviente?”

“Fue exiliado al Mar de Arena Sangrienta. Aunque pagó parte de las indemnizaciones, estuvo lejos de cubrir las pérdidas a los clientes. Mi esposa se fue con otro, ahora solo quedo yo. Cuando venda la posada, me iré a vagar. Así que, si la honorable cliente la quiere, dé el precio que desee.”

El hombre solo quería librarse de ese peso; ya no le importaba el dinero.

“Dos monedas de cristal de calidad media.” Su Yan sacó de su espacio una bolsa de dinero.

El hombre se quedó boquiabierto.

Bai Kaixin le dio una palmada en el hombro: “¿Jefe? ¿Acepta ese precio?”

Su Yan ya le había preguntado a Bai Kaixin y sabía que en el Este y el Oeste el valor de las monedas era el mismo, aunque con diferencias en la proporción de intercambio.

1 moneda de cristal inferior = 10,000 monedas rojas.

1 moneda de cristal media = 100,000 monedas rojas.

1 moneda de cristal superior = 10,000,000 monedas rojas.

Además, en el Este las monedas de cristal eran muy escasas. Se descubrió que podían refinarse.

Una vez refinadas, se convertían en un “elixir potenciador de talento”. Si alguien que ya había cultivado su talento al nivel máximo lo bebía, tenía la oportunidad de romper ese límite.

Por eso, en el mercado circulaban sobre todo monedas de cristal inferiores; las medias eran más raras y las superiores, prácticamente invaluables.

Y en las manos de Su Yan, la mayoría eran medias y superiores; las inferiores, en cambio, eran las menos.

“Sí… por supuesto que sí.” El dueño rompió en llanto.

En estos días habían venido varios a comprar la posada, pero ofrecían solo unas cuantas monedas rojas, o cientos, a lo mucho miles. Ni siquiera valía como limosna; algunos intentaban quedarse con la posada sin pagar nada.

¡Y ahora Su Yan soltaba dos monedas de cristal medias!
¡Era demasiado!

Su Yan hizo que Bai Kaixin acompañara al dueño a formalizar los trámites de la posada, y de paso buscara a alguien que hiciera reformas. Ella quería renovarla de arriba abajo.

Aunque el salón principal estaba destruido por la pelea, el patio trasero de la posada era bastante bueno: había jardín, estanque de peces, pabellones y corredores.

Esas dos monedas de cristal valieron la pena.

De repente recordó a Rona: un vestido de algodón fino había costado 200 monedas de cristal. ¡Si los del Este se enteraran, seguro se desmayarían del susto!

Una vez más lamentó no haber ligado su vida a un sistema de emprendimiento, porque entonces se haría rica.

“Ah… ¿no habrá un macho con el que de un solo embarazo logre completar la misión?” Su Yan, tumbada en el diván junto al estanque, mirando el cielo azul, volvió a pensar en aquel hermoso macho de cabello y ojos azules, Rong Wu.

Bai Kaixin regresó. Había encontrado a un artesano para las reparaciones, que estaba evaluando los daños y haciendo un plan de reforma.

Su Yan vio que llevaba una bolsa de papel en la mano: “¿Qué es?”

“Dulces.” Bai Kaixin se la dio. “A todas las hembras les gustan las cosas dulces, pensé que a la hermana Su también.”

“Gracias.” Su Yan tomó una galleta en forma de flor de la bolsa y le dio un mordisco. Estaba un poco empalagosa, pero aun así se la comió.

“Escuché al maestro de obras decir que tardará al menos medio mes en terminar de reparar la posada. Así que pensé aprovechar el tiempo para trabajar de forma temporal en otras posadas, y así aprender cómo funciona el negocio.”

“Está bien, haz lo que quieras.” Su Yan respondió: “Yo quiero encerrarme un tiempo para aumentar mi talento.”

Bai Kaixin la miró con sorpresa: “¿Tienes talento?”

“Claro, ¿no te lo había dicho?” En la punta de los dedos de Su Yan apareció una pequeña bola de fuego.

El pequeño fuego flotó desde su dedo y voló hacia unos matorrales al otro lado del estanque.

Enseguida esas hierbas se incendiaron, quedando solo una fina capa de ceniza negra.

“¡Elemento fuego!” Bai Kaixin abrió los ojos de par en par.

“Sí.” Su Yan siguió comiendo dulces.

“¡Dios mío! Entonces también puedes ir a presentar el examen de ingreso.” Bai Kaixin estaba asombrado.

Su Yan negó con la cabeza: “Apenas soy rango verde.”

“Aunque fueras rango rojo, también podrías entrar. La Academia de Bestias Sagradas lleva cinco años sin aceptar a ningún estudiante de elemento fuego.”

Bai Kaixin había investigado mucho para su examen.

“Si es así, entonces iremos juntos al examen.” Su Yan sonrió. “De todos modos, si no paso, aún puedo entrar como tu sirviente. Doble seguro.”

“El talento de la hermana Su es extraordinario.” Bai Kaixin miró de nuevo la hierba quemada.