El matrimonio problemático del Duque vendado - Capítulo 61

Capítulo 21: Lo que quiero saber

「Señorita, le he preparado un té de hierbas. Creo que así podrá calmar un poco sus ánimos.」

Melina sonrió dulcemente y sirvió una taza de té de hierbas para la recién despertada Sierra.
Moritz, que parecía haberse escapado de su práctica de música, regresó enseguida.

「Gracias.」

¿Será cierto lo que había dicho Moritz?
Le daba miedo confirmarlo. Sin embargo, si no preguntaba, nunca sabría la verdad.

「Oye, Melina… ¿mi… mi esposo está enojado porque lo olvidé…?」

Al decirlo en voz alta, las lágrimas casi se le escapaban.
Si fuera al revés, si la persona que amaba la olvidara, ella no lo soportaría.
Sierra comprendía que había hecho algo terrible.

「No, no está enojado. Está tan preocupado por usted que ni siquiera puede acercarse a verla.」

En las palabras de Melina había un matiz punzante.
Pero al mismo tiempo, Sierra entendió que, en efecto, el hombre con el que se casó era una persona bondadosa.

「…¿De verdad está pensando en divorciarse de mí?」
「¿Cómo supo eso…? Debió ser Moritz. Ese hombre siempre diciendo de más.」

Melina murmuró una rara queja en voz baja.
Era cierto. Saberlo le causó un fuerte impacto.

「¿Y usted, señorita? ¿Qué desea? El matrimonio existe como hecho, pero su esposo piensa que quizás sería mejor para usted si se separan. Sin embargo, lo de ustedes no fue solo un matrimonio político. Fue usted, señorita Sierra, quien deseó casarse con Lord Alfred.」

「¿Yo lo hice?」

「Sí. Desde hace mucho tiempo, la señorita Sierra solo ha pensado en un hombre.」

Melina sonrió con un aire ligeramente exasperado.
Había sido Sierra misma quien quiso ese matrimonio.
Eso encajaba mejor que lo que le había dicho Moritz, aquello de que Alfred solo la quería por ser una “cantaora con la bendición de Musearia”.
Y si “desde hace mucho tiempo” era así, entonces la primera persona que Sierra había amado debió de ser Alfred.

Por eso, tampoco podía recordar su primer amor.

Pero, ¿por qué había olvidado precisamente a la persona a la que había amado tanto tiempo?
Si pudiera, querría recordarlo todo en ese mismo instante.
Aunque con ello resultara herida.

「¿Si voy yo misma a verlo… le parecerá molesto?」
「¿Se siente lo suficientemente bien de salud?」
「Si vas conmigo, Melina, me sentiré tranquila.」
「Por supuesto que la acompañaré, pero…」

Melina parecía dudar, pensando quizá en lo que les había dicho el médico.
Sin embargo, para Sierra había algo aún más importante.

「Por favor, Melina. Quiero saberlo. Quiero conocer al hombre que amé.」

Ante esa súplica final, Melina asintió con una amplia sonrisa.

「Sabía que diría eso, señorita. Vamos a ver a su torpe esposo, que no hace más que preocuparse por usted en direcciones equivocadas.」

De ese modo, Sierra se preparó para ir a encontrarse con su marido, Alfred.