El matrimonio problemático del Duque vendado - Capítulo 44

Capítulo 4 – La misión secreta del rey

La familia real del Reino de Ronatia tiene actualmente un príncipe y una princesa.

Este país, próspero gracias a sus abundantes recursos, ha mantenido relaciones con el Reino de Vanzell durante mucho tiempo.

Las princesas de ambos reinos han sido enviadas en matrimonio, uniendo incluso su sangre.

Entre estos dos países existía una amistad y conexión inquebrantables… o eso se suponía.

Actualmente, hay una atmósfera tensa entre ambas naciones.

El compromiso entre la primera princesa del Reino de Ronatia, Isabella Ronatia, y el primer príncipe del Reino de Vanzell, Christoph, está a punto de cancelarse.

La causa sería que, a medida que se acercaba el compromiso con el príncipe de Vanzell, comenzaron a suceder cosas ominosas y desgracias alrededor de la princesa.

El Reino de Vanzell alguna vez fue llamado “el país cazador de brujas”.

Ese viejo apodo, ya olvidado, volvió a los labios del pueblo debido a las desgracias que rodean a la princesa Isabella.

Muchos dicen que se trata de la maldición del cazador de brujas, y hay una fuerte corriente de apoyo hacia la princesa.

Sin embargo, ante rumores infundados como ese, no se puede simplemente aceptar la anulación del compromiso sin más.

Y así, Zylac le ordenó a Alfred descubrir la verdadera razón detrás de la ruptura.

「…Y esa es la situación.」

「Ya veo. Por eso el baile de la corte. ¿Asistirá también la princesa Isabella?」

「Sí. Pero si asisto con vendas, solo reforzaría la imagen de la maldición.」

Alfred suspiró.

Aún le resulta difícil, emocionalmente, mostrar su rostro ante muchas personas como en la alta sociedad.

Quiere hacer el esfuerzo de relacionarse con personas más allá de Sierra, pero le da miedo.

El rostro transmite más emociones que las palabras.

La “tragedia de la casa Besqueler” fue provocada por celos y envidia ajenos.

En una alta sociedad llena de egoísmo, uno nunca sabe cuándo será traicionado.

Cuánto puede uno esconder su verdadero yo, cuán bien puede fingir y evitar que otros noten lo que realmente piensa.

En ese sentido, cuando era un hombre invisible, podía no mostrar nada de sí mismo a nadie, lo cual era más fácil emocionalmente.

Sin embargo, si la maldición se ha roto, y quiere hacer feliz a Sierra, sabe que no puede seguir así.

「…Por eso, pienso dejar las vendas y asistir al baile de la corte.」

Ante esa declaración, Sierra abrió los ojos sorprendida.

Su expresión preocupada hizo que el pecho de Alfred se llenara de calor.

Atraído por esos hermosos ojos irisados, Alfred la besó.

Aunque el contacto a través de las vendas era frustrante, ese calor que sentía lograba calmar su alma temblorosa.

Ver su blanca piel sonrojarse al instante no era algo de lo que uno se cansara.

Y así, dejó escapar una verdad que solo podía confesar a su querida esposa.

「Es vergonzoso, pero aún no me acostumbro a estar con el rostro descubierto. Es porque estás a mi lado que siento que podré lograrlo.」

「Sí. Yo estaré siempre al lado de Lord Alfred. Nunca me apartaré.」

La pequeña mano que le apretó la suya era más pequeña que la de Alfred, pero increíblemente confiable y fuerte.

「Sierra, realmente eres increíble.」

「Fufu, es porque amo a Lord Alfred.」

Sierra, sonriendo con dulzura, era demasiado adorable.

Su corazón latía con fuerza, golpeando su pecho.

Al parecer, estaba más necesitado de Sierra de lo que él mismo pensaba. Al punto de perder la compostura ante una muestra tan directa de afecto.

Así que, sin poder evitarlo, la abrazó.

Y el suave abrazo que recibió de vuelta le hacía imposible contener la sonrisa que se le escapaba.

「Sierra, te amo. Aunque tenga esta misión secreta, esta es nuestra luna de miel. No solo busquemos la Piedra del Amor, hagamos también muchos recuerdos felices.」

Todo lo que no había podido compartir con Sierra últimamente, se lo devolvería con creces.

「¡Sí! Lo estoy esperando con muchas ganas.」

Ese tierno calor que intentaba ser fuerte por él, Alfred jamás permitiría que resultara herido.

Debe haber alguna razón por la cual Zylac le confió esta misión.

Pero si Sierra llegara a salir lastimada, ni siquiera el rey sería perdonado.

(Aunque, antes de que eso ocurra, me aseguraré de mantenerla lejos del peligro…)

Aunque sea un país amigo, sigue siendo una nación extranjera. No tienen aliados allí.

Justamente por eso, uno nunca sabe qué podría pasar.

Solo hay una cosa que desea proteger: su amada esposa Sierra.

Por ella, Alfred vive.

Sin embargo, en ese momento, Alfred aún no lo sabía.

Que aparecería alguien más problemático que la misión secreta, y que su luna de miel se volvería un caos.