Summary
“No sueñes siquiera con fantasías como ser reconocida como mi esposa. Jamás engendraré un heredero con la hija de Balajit.”
Nadia estuvo a punto de asentir diciendo que pensaba lo mismo.
Gracias, señor marqués.
Asegúrese de cumplir con lo que salió de su propia boca.
“El marqués dijo que no tenía intención de compartir la cama conmigo.”
“……”
“Así que, para asegurar un heredero, no hay otra opción que tomar una concubina…”
¡Crac!
Ante el sonido de algo rompiéndose, la cabeza de Nadia giró bruscamente.
Entonces vio una grieta formarse en la esquina de la mesa donde su esposo había apoyado la mano.
No, ¿y ahora por qué se rompió eso de repente?